
El barba estaba sentado en su casa viendo la tele y se dijo, venga, como me gustaria tener un ojo marrón y otro a su lado.
Lo que el barba queria es ser mas explicito y se fue a que le pintaran el ojo de azul.
Mirá que se jugó la visión (que no perdió, gracias a Dios), luego de varias seciones se convirtió en el primer pelotudo en tatuarse el ojo.
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